Hubiera sido una pena para estos dos tortolitos no aprovechar este hermoso día soleado de primavera y no salir al parque. De una cosa a otra, después de un largo paseo por los caminitos del parque, escuchando los pajaritos cantando, admirando los árboles florecidos, comenzaron a besarse. Tienen que ser muy cautelosos, mientras están siendo románticos, porque hay todo tipo de intrusos en el parque. ¿Crees que podrías ayudarlos a tener un poco de privacidad, evitando todos los pares de ojos curiosos?